Sin embargo, a continuación viene la tarea más difícil: convertirnos en nuestra propia versión del modelo. Integrar en nuestro sistema ese elemento que de entrada está fuera, que sigue fuera incluso mientras lo estamos remedando, puesto que al mimetizar no somos aún nosotros, somos apenas un eco. Emular sirve como ensayo, como entrenamiento; luego viene la obra propia, que quiere trascender la mera imitación. “Recompensa mal a su maestro quien quiere seguir siendo siempre su discípulo”, decía Nietzsche.
La imitación debe tener fecha de caducidad para ser fructífera. Ese es su peligro: hay quien se queda atrapado en ella. A veces en forma de copia, otras llevando la contraria por sistema al modelo, envidiándolo, odiándolo por ser lo que uno nunca podrá. En tal caso, quizá no haya más remedio que alejarse y empezar por cuenta propia. Muchos hijos necesitan hacer algo totalmente distinto de sus padres para librarse de vivir a su sombra.
En la prehistoria el ser humano tenía por modelos a la naturaleza -Yo soy oso. Yo soy ricardo corazón de leon.
ResponderEliminarSiempre he pensado que el ser humano sólo es un animal que mimetiza... porque lo mimetizamos todo. En el fondo, la inteligencia no es más que eso.
Sí. Los psicólogos ya hace tiempo que hablan del "aprendizaje vicario", la incorporación de los aprendizajes observados en otros. Y los docentes (también los padres) comprobamos cada día cómo los niños son esponjas que maduran a partir de modelos.
EliminarSer un animal que mimetiza implica una ventaja extraordinaria para nuestra especie, meollo de la cultura y la tecnología. Pero, como señalaba en el artículo, la imitación debería ser solo el punto de partida. Cada individuo tiene el desafío de partir de lo heredado para luego construirse a sí mismo.
Hay que estimular la creatividad, el sentido crítico y un cierto orgullo para afrontar esa ardua tarea. Al maestro y a los padres nos toca ir retirándonos poco a poco de escena, y ese es nuestro propio desafío.
copiar o innovar. Hace tiempo escuché a Emilio Duró que hablaba a empresarios y trataba el tema de forma a mi parecer genial. El tio decía que lo mejor que podemos hacer la mayoría, que somos mediocres, es aprender a buscar los mejores en aquello que queramos meternos y ponernos a copiarlos y, por tanto, que nos olvidemos de innovar, porque innovar y tener éxito es cosa de 4 genios y la mayoría no lo somos. Por cierto, el tio tiene su gracia exponiendo
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=c3mI4qCXCWo