martes, 23 de enero de 2024

A veces no se puede

A todos nos ha pasado: con la mejor voluntad, damos más de lo que nos corresponde, hacemos un esfuerzo por ayudar a costa de nuestro tiempo y nuestras fuerzas, y al final no solo no resolvemos el problema, sino que lo dejamos crecido..
No solo no se nos reconoce el logro, sino que se nos recrimina con más saña lo pendiente; no solo no se aprecia la aportación, sino que es interpretada en clave de incompetencia; no solo no se agradece el esfuerzo, sino que se reprocha que no hayamos dado más. 
Sin duda hay contrariedades imposibles de resolver, al menos para nosotros. Situaciones tan complejas que nuestros mejores esfuerzos ya solo sirven para enmarañarlas aún más. Quizá bajo lo aparente se agiten torbellinos profundos a los que no tenemos acceso ni con la mejor voluntad. Tal vez, en fin, en ocasiones la voluntad no baste, ni el esfuerzo baste, ni quepa ya la oportunidad de hacer nada bueno. 
A veces no queda más que encogerse de hombros y admitir que la cosa no tiene remedio; o que si lo tiene no sabemos encontrarlo; o que aun sabiéndolo no nos dejarán aplicarlo. La gente no siempre busca resolver los problemas: los hay que sirven de cobijo o coartada, o que sustentan un hábito que no se quiere cambiar. La vida es un asunto muy personal. 

1 comentario: