sábado, 30 de marzo de 2024

Gente espesa

No me gusta esa expresión de moda que tilda a algunos de gente tóxica. Y no porque no se lo merezcan: es verdad que hay personas tan egocéntricas, tan toscas, o sencillamente tan crueles que van contaminándolo todo a su paso, en especial cuando les interesa o con aquellos que detestan.
A su alrededor todo parece más difícil, el aire se enrarece, el malhumor prospera. Es como si colocaran obstáculos y trampas, como si sembraran minas, dejando enfangados todos los senderos. 
Pero llamarlos «tóxicos», aunque acierte en lo que inspiran, quizá resulte un poco presuntuoso por nuestra parte. En primer lugar, porque abusa del despecho: deberíamos reservar un margen al miramiento, al fin y al cabo la vida es difícil para todos, y si su actitud nos fastidia puede que el problema sea más nuestro que suyo. Por otra parte, ¿quién no es «tóxico» alguna vez, quién no se comporta como un ignorante, como un estúpido, como un impertinente? 
Esas personas que nos importunan forman parte de la facticidad, del espesor viscoso con que la vida entorpece nuestro avance. Por eso propongo llamarlas gente espesa. Sé que es un término que no prosperará: suena mal y resulta demasiado vago. Sin embargo, puede servirnos para contemplarlos con un poco menos de saña y un poco más de ecuanimidad.

2 comentarios:

  1. Todos nos equivocamos. La magnitud del problema dependerá del tiempo que abarque nuestra actitud errónea.
    Sugiero: "¿Personas extensamente equivocadas?"

    No sé...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, la expresión se hace cada vez más compleja... Como corresponde al asunto en cuestión, por otra parte. Buena propuesta.

      Eliminar