Niñas, ya no suspiréis (Sigh no more, ladies)

He perdido la cuenta de las veces que he escuchado esta versión musicada por Patrick Doyle del poema Sigh no more, ladies, que corona la obra Much Ado About Nothing (Mucho ruido y pocas nueces), desde que la descubrí en la película de Kenneth Branagh. 

En estos versos, Shakespeare nos legó una cautivadora  invitación a la vida, el amor y la alegría. Aquella fresca felicidad que soñamos en algún momento de nuestra juventud, y cuyo aroma nos dejó ya embelesados para siempre.

Buscando una buena traducción al español me encontré con la sorpresa de esta versión cantada, fiel por igual a la intención y al idioma, con una interpretación exquisita que debemos a Carlos Morell. Escuchándola, dejaos llevar por su viaje al gozo más sagrado. Y, eternos enamorados de la vida, recordadlo siempre: no sufráis.

Sigh no more, ladies, sigh no more.
    Men were deceivers ever,
One foot in sea, and one on shore,
    To one thing constant never.

Then sigh not so, but let them go,
    And be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
    Into hey nonny, nonny.

Sing no more ditties, sing no more
    Of dumps so dull and heavy.
The fraud of men was ever so
    Since summer first was leafy.

Then sigh not so, but let them go,
    And be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
    Into hey, nonny, nonny.

Niñas, no, ya no suspiréis,
el hombre es inconstante,
un pie aquí y el otro allá,
es embustero e infiel amante.

No suspiréis, dejadlo ir
y retozad con gozo
al convertir cada aflicción
en placer venturoso.

No cantéis, niñas, no cantéis
amargas melodías,
ha sido así desde que el sol
dio aliento al primer día.

No suspiréis, dejadlo ir
y retozad con gozo
al convertir cada aflicción
en placer venturoso.

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