El cantautor Raimon musicó con mucho acierto parte del poema Veles e vents, imprimiéndole la emotividad a un tiempo dulce y vigorosa de su voz. Dejándose mecer por la cadencia de su canto, uno puede fácilmente escuchar las olas y notar la salada brisa del Mediterráneo. Y se siente inmerso en las desazones de ese enamorado que atraviesa el mar para volver junto a su amada, firme frente a las peligrosas marejadas pero perplejo ante las incertidumbres del amor.
He encontrado diversas traducciones, y más abajo os copio la clásica de Jorge de Montemayor (s. XVI). Espero que mi versión (libre y personal) compense los defectos con su lealtad al espíritu del original. Os invito a dejaros acompañar por ella mientras escucháis a Raimon en este enlace.
Veles e vents Veles e vents han mos desigs complir faent camins dubtosos per la mar. Mestre i ponent contra d’ells veig armar: xaloc, llevant los deuen subvenir ab llurs amics lo grec e lo migjorn, fent humils precs al vent tramuntanal que en son bufar los sia parcial e que tots cinc complesquen mon retorn. Bullirà'l mar com la cassola en forn, mudant color e l’estat natural, e mostrarà voler tota res mal que sobre si atur un punt al jorn. Grans e pocs peixs a recors correran e cercaran amagatalls secrets; fugint al mar on són nodrits e fets, per gran remei en terra eixiran. Amor, de vós jo'n sent més que no'n sé, de què la part pijor me’n romandrà, e de vós sap lo qui sens vós està. A joc de daus vos acompararé. Jo tem la mort per no ser-vos absent, perquè amor per mort és anul·lat; mas jo no creu que mon voler sobrats pusca ésser per tal departiment. Jo só gelós de vostre escàs voler que, jo morint, no meta mi en oblit. Sol est pensar me tol del món delit car, nós vivint, no creu se pusca fer: aprés ma mort d’amar perdau poder e sia tost en ira convertit, e jo, forçat d’aquest món ser eixit, tot lo meu mal serà vós no veer. Amor, de vós jo'n sent més que no'n sé, de què la part pijor me’n romandrà, e de vós sap lo qui sens vós està. A joc de daus vos acompararé. | Velas y vientos Velas y vientos harán mis sueños realidad, por las aventuradas sendas de la mar. Poniente y Mistral procuran sortearlas, Siroco y Levante acuden en su ayuda con los amigos Gregal y Mediodía; y todos ellos, al viento de Tramontana invocan para que les secunde con su fuerza, y así, unidos los cinco, culminarán mi regreso. El mar se encrespará como agua hirviente, enturbiando, embravecido, su diáfano color, y lanzará su furia contra quienes naveguen en ese instante sobre él. Grandes y pequeños, los peces se apresurarán a esconderse en secretas guaridas; abandonando su oceánica morada, ansiosos de amparo, se arrojarán a tierra. Amor incierto, cuando pienso en vos, presiento que me tocará perder; bien os conoce quien sin vos está. Amaros será mi azarosa apuesta. Temo la muerte que vence al amor y me arrebataría de vuestro lado; pero mi estima es tan fuerte que no creo que la doblegara tal separación. Me atormenta, en cambio, que vuestro escaso afecto me abisme, al sucumbir, en el olvido. Al meditarlo la ilusión desfallece; mientras yo viva, no ha de suceder: mas al morir, acaso vuestro amor flaquee, o a enojo quede reducido, y yo, a la fuerza, partiré de este mundo, con el dolor de no volver a veros. Amor incierto, cuando pienso en vos, presiento que me tocará perder; bien os conoce quien sin vos está. Amaros será mi azarosa apuesta. |
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