Velas y vientos (Veles e vents)

El poeta valenciano Ausiàs March (siglo XV) compuso incontables cantos al amor, y no es exagerado considerarlos entre los más sutiles y profundos que se le han dedicado. Ya no solo por la viveza del sentimiento, sino por las meditaciones que le sugieren acerca de asuntos como la vida y la muerte, los laberintos del deseo, las dichas y las penas... Renovó la tradición trovadoresca, depurándola de retórica y adoptando un estilo más directo y sincero. March fue muy leído en su tiempo, también traducido al castellano, e influyó en autores como Garcilaso, Boscán o Herrera.

El cantautor Raimon musicó con mucho acierto parte del poema Veles e vents, imprimiéndole la emotividad a un tiempo dulce y vigorosa de su voz. Dejándose mecer por la cadencia de su canto, uno puede fácilmente escuchar las olas y notar la salada brisa del Mediterráneo. Y se siente inmerso en las desazones de ese enamorado que atraviesa el mar para volver junto a su amada, firme frente a las peligrosas marejadas pero perplejo ante las incertidumbres del amor. 

He encontrado diversas traducciones, y más abajo os copio la clásica de Jorge de Montemayor (s. XVI). Espero que mi versión (libre y personal) compense los defectos con su lealtad al espíritu del original. Os invito a dejaros acompañar por ella mientras escucháis a Raimon en este enlace.

Veles e vents

 Veles e vents han mos desigs complir
faent camins dubtosos per la mar.
Mestre i ponent contra d’ells veig armar:
xaloc, llevant los deuen subvenir
ab llurs amics lo grec e lo migjorn,
fent humils precs al vent tramuntanal
que en son bufar los sia parcial
e que tots cinc complesquen mon retorn.

Bullirà'l mar com la cassola en forn,
mudant color e l’estat natural,
e mostrarà voler tota res mal
que sobre si atur un punt al jorn.
Grans e pocs peixs a recors correran
e cercaran amagatalls secrets;
fugint al mar on són nodrits e fets,
per gran remei en terra eixiran.

Amor, de vós jo'n sent més que no'n sé,
de què la part pijor me’n romandrà,
e de vós sap lo qui sens vós està.
A joc de daus vos acompararé.

Jo tem la mort per no ser-vos absent,
perquè amor per mort és anul·lat;
mas jo no creu que mon voler sobrats
pusca ésser per tal departiment.
Jo só gelós de vostre escàs voler
que, jo morint, no meta mi en oblit.
Sol est pensar me tol del món delit
car, nós vivint, no creu se pusca fer:

aprés ma mort d’amar perdau poder
e sia tost en ira convertit,
e jo, forçat d’aquest món ser eixit,
tot lo meu mal serà vós no veer.

Amor, de vós jo'n sent més que no'n sé,
de què la part pijor me’n romandrà,
e de vós sap lo qui sens vós està.
A joc de daus vos acompararé.

Velas y vientos
 
Velas y vientos harán mis sueños realidad,
por las aventuradas sendas de la mar.
Poniente y Mistral procuran sortearlas,
Siroco y Levante acuden en su ayuda
con los amigos Gregal y Mediodía;
y todos ellos, al viento de Tramontana
invocan para que les secunde con su fuerza,
y así, unidos los cinco, culminarán mi regreso.
 

El mar se encrespará como agua hirviente,
enturbiando, embravecido, su diáfano color,
y lanzará su furia contra quienes
naveguen en ese instante sobre él.
Grandes y pequeños, los peces se apresurarán
a esconderse en secretas guaridas;
abandonando su oceánica morada,
ansiosos de amparo, se arrojarán a tierra.

 
Amor incierto, cuando pienso en vos,
presiento que me tocará perder;
bien os conoce quien sin vos está.
Amaros será mi azarosa apuesta.

 
Temo la muerte que vence al amor
y me arrebataría de vuestro lado;
pero mi estima es tan fuerte que no creo
que la doblegara tal separación.
Me atormenta, en cambio, que vuestro escaso afecto
me abisme, al sucumbir, en el olvido.
Al meditarlo la ilusión desfallece;
mientras yo viva, no ha de suceder:

mas al morir, acaso vuestro amor
flaquee, o a enojo quede reducido, 
y yo, a la fuerza, partiré de este mundo,
con el dolor de no volver a veros.
 

Amor incierto, cuando pienso en vos,
presiento que me tocará perder;
bien os conoce quien sin vos está.
Amaros será mi azarosa apuesta.


Esta es la versión de Jorge de Montemayor (recuperada de la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes):

Velas y vientos cumplan mi desseo,
harán caminos por la mar dudosos.
Contra el Maestre y el Poniente veo,
Levante y el Xaloque muy furiosos,
con Griego y Tramontana, que bien creo
le ayudarán con ruegos amorosos,
porqu'estos cinco soplen de manera,
que buelva yo do siempre estar quisiera.

El mar herviendo, como el agua al fuego,
y su color veréys andar mudado,
traerá qualquiera cosa sin sossiego,
que sobre sí hallare, estando ayrado;
los pesces todos juntos yrán luego
lugar buscando oculto y encerrado,
huyendo al mar que los crió y sustenta,
en tierra saltarán sin otra cuenta.

La muerte temo por no verme ausente,
porqu'el amor por ella es acabado,
y no se partirá, ni se consiente,
que partir pueda deste amor sobrado;
mas vuestro poco amor me mata, y siente
el mío, qu'en morir seré olvidado:
sólo este pensamiento me cautiva,
mas no creo que será, si vos soys biva.

En yo muriendo no ha de amar ninguno,
y amor se queda en yra convertido,
mas quando morir quiera ¡qué importuno
será el dolor d'ausencia y quán crescido!

Si término en amor huviera alguno,
en él yo fuera solo y escogido,
y viera vuestro amor si s'estendía,
o si en lo venidero teme o fía.

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