Woody Allen dijo algo así como que los Hermanos Marx
habían sido una de esas presencias que hacen el mundo mejor. Estuve de acuerdo
inmediatamente, pero más tarde me detuve a preguntarme sobre ello. Parece que
el legado de unos humoristas no haya de ser algo especialmente meritorio, al
menos no como el de un Aristóteles, un Cervantes, un Newton o un Fleming. ¿Nos
atreveríamos a poner a unos cómicos a su altura?
Por supuesto. Jardiel Poncela dijo alguna vez
que el humor es una cosa muy seria. Sin su ligereza y su frescura, la vida se nos
haría insoportable. Nos recuerda que vivir es solo un juego, una danza entre la
nada y la nada. Ese absurdo, que nos angustia, también es cosa de risa, como descubre Harry Haller al final de El lobo estepario.
El humor, al poner las cosas patas arriba, nos devuelve un reflejo amable ―en los
dos sentidos: reconfortante y digno de amor― de esa existencia que a Unamuno le
parecía trágica. Nos revela que nuestros desasosiegos son tan insignificantes como
nosotros. «A fin de cuentas, todo es un chiste», decía Chaplin, y algo parecido
debía pensar el risueño Demócrito.
Tenemos mucho que agradecer a los que nos enseñan
a reír. Hoy se
cumplen cincuenta años del grupo Les
Luthiers y su música preñada de humor por el ingenio. Ellos también han hecho el mundo mejor.

Totalmente de acuerdo en la importancia vital del buen humor y la risa, según parece posee un gran poder sanador sin efecto secundario alguno.
ResponderEliminarSe me ocurren innumerables detalles que nos demuestran su altísima relevancia, probablemente la más irrefutable sea preguntarnos: " ¿ Quién no quiere estar con una persona que le haga reír?". Como el helado o el chocolate, imagino que nuestro cerebro reconoce lo que le causa placer y bienestar, y lo busca.
Sin embargo, y pese que a todo el mundo le gusta reír ( los esquimales definen hacer el amor con la palabra "reír",leí hace tiempo), la sociedad no la sitúa como un gran logro, como bien indicas. Se me ocurre que ningún actor o actriz o comedia ha sido galardonada con ningún Oscar de la Academia, pese a existir trabajos excelentes como "Un, dos, tres" de Billy Wilder, con un James Cagney pletórico cuyo personaje te hace reír desde el primer minuto hasta el último...fácil ¿verdad?
Muy interesante tema, como siempre, necesitaría más tiempo para extraer reflexiones y mi mente ya necesita descanso, para poder estar en forma mañana y ver de qué manera puedo extraer más situaciones cómicas de la cotidianeidad. Mi mente y mi cuerpo, mi vida, mejora con ello.
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ResponderEliminar¡¡Qué puedo decir yo!! Acertadísima reflexión ¿qué habría hecho sin el humor? Un humor trabajado y modelado por grandes que nunca nos han faltado a lo largo de la vida... si no usara el humor moriría muchas veces.
ResponderEliminarHace poco vi " El jovencito Frankenstein" y fue una auténtica dosis de vida
Un abrazo
Me hacéis pensar en algo más: reírse con ternura nos salva de las posturas extremistas (ahora que, lamentablemente, nos agreden desde tantas direcciones). El fanático no lo sería si aprendiera a reírse de sí mismo. Así que la risa nos redime a todos. Nunca la alabaremos bastante. Abrazos (y carcajadas).
ResponderEliminarRespondo para corregir. Me precipité y me equivoqué al afirmar que ninguna película o actor habían sido galardonados con premios Oscar. Hay hasta 5 casos ( en cualquier caso, muy pocos), como James Stewart por "Historias de Filadelfia" o el film "Mejor imposible" con Jack Nicholson, entre ellos. Pido disculpas por el error.
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