Navegar es un arte y una rabia: del talante con que encaremos los apuros depende en buena parte el que logremos sortearlos airosos o, por el contrario, que acabemos naufragando en sus bajíos.
Vivir es bajar al ruedo y lidiar con los toros que nos salgan al paso. De nada nos servirá ignorarlos: mejor ir a su encuentro y poner toda nuestra fuerza y nuestra inteligencia para plantarles cara. Y coraje: no se gana con moral de derrota.
A la vida le gusta encontrarnos a su altura, dispuestos a encajarla como viene, en lugar de resistirnos a ella o lamentarnos por su indiferencia ante nuestros reclamos. Lo mejor a veces no es obvio y, en cualquier caso, hay lo que hay. La pregunta es: frente a eso que hay, ¿qué salida me queda? ¿Qué recursos tengo? ¿De qué puedo echar mano, dentro de mis capacidades, de mi experiencia, de mi contexto? ¿Qué, quién puede ser mi cómplice, y cómo? ¿En qué terrenos soy fuerte? ¿Con qué maniobras poner el viento a mi favor?
La estrategia militar nos enseña ejemplos de debilidad convertida en fuerza mediante el arrojo, la astucia y el buen tino. Los trescientos de Leónidas pararon un ejército de miles en las Termópilas. Un puñado de guerrilleros han puesto en jaque a regimientos enteros. Hay que creer y querer. Y no temer a la victoria.
Qué magnífico texto compañero!!
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo.
Como siempre, das en el clavo, sencillo y certero.
Otro gallo le cantaría al mundo si esta manera de verlo se convirtiese en la habitual, y dejase de ser tan poco común.
Ocuparnos de lo que hacemos y no hacemos, en lugar de preocuparnos de lo que hacen o pueden hacer los demás.
John F. Kennedy decía: "No digas qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país". Dejando para los entendidos el tema de los países, sí echo en falta actualmente a mandatarios que se muestren como referentes.
En el universo de la autoayuda está de moda el libro "El arte de la guerra", de Sung Tzu. Seguro que lo has leído: inspirador donde los haya. Creo que viene a decir algo parecido: triunfar depende ante todo de creer y querer. Luego hay que refinar la estrategia, claro. ¡Saludo!
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