¿Quién les ha puesto el nombre a los lugares? ¿Cómo empezó a llamarse un río Arlanza, un monte Urbión o un pueblo Castañares?.
La mayoría de los topónimos, como las palabras todas, son una invención que emerge del colectivo y se va estableciendo a través del propio uso; eso se entiende bien. Uno se lo oyó a otro que se lo oyó a otro, y entre todos lo asientan mutuamente mientras los pronuncian. Sin embargo, alguien tuvo que ser el primero en usarlos, en lanzar la ocurrencia. ¿Se les daría más de un nombre al principio, y acabaría imponiéndose el que tuviera más éxito, como en una especie de selección cultural? Al fin y al cabo, es así como evolucionan los idiomas. Y los chismorreos.
Esos enigmas que se remontan en el flujo ancestral me llenan de vértigo, y me hacen pensar en cuánto de mí es fruto de la inspiración, los gustos y las pequeñas decisiones de tantos otros que me precedieron. Estas hermosas palabras que vierten mis pensamientos, y que los crean al hacerlo, son fruto de una cadena de generaciones que partiría del primer sonido significativo pronunciado por un homínido. Por supuesto, es absurdo pensar que la fundó un solo individuo, pero no resulta menos insólito que se les ocurriera a varios a la vez. Algo de mí ya estaba allí: quizá los inventé yo.

Me sucede lo mismo. Hay un diccionario etimológico (de Joan Corominas) que recoge el origen de los nombres y topónimos de toda españa, entre otros. Muy interesante, pero es difícil cotejarlo porque es un trabajo enciclopédico que sólo está en universidades.
ResponderEliminarEl diccionario de Corominas es el referente de la etimología, tanto del catalán como del castellano. Yo tengo la versión resumida, y es apasionante explorar las "genealogías" (siguiendo el término nietzscheano) de palabras y conceptos. Pero lo que más me apasiona es el misterio que se oculta en los mecanismos del proceso: cómo se transforman las semánticas de un término, qué motivaciones colectivas van imponiendo unos sentidos y descartando otros. La lengua, como todo lo humano, tiene su propia y mágica evolución.
EliminarCoincidimos!
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