sábado, 6 de junio de 2020

Nueva normalidad

Tras estos meses de encierro obligado y contenido pavor, al fin parece que recuperamos eso que llamamos normalidad
, y que no es más que el conjunto de nuestras costumbres. Lo normal se define únicamente por oposición a lo excepcional, y es en la excepción donde cobramos una cierta conciencia de su contenido.


    Las excepciones nos gustan porque traen una ráfaga de aire fresco a la rutina, y nos espabilan de nuestro aturdimiento. Pero, como los niños, preferimos no alejarnos mucho de la seguridad de los sagrados hábitos.

Poco a poco nos van dando cancha para aliviar el confinamiento. Fase uno, fase dos…, como en una operación militar o en una restauración. Algo de ambas cosas tiene esa desescalada, pues el enemigo permanece agazapado, y a su paso ha dejado una estela de ruinas que costará limpiar y recomponer. Pero para la mayoría ha significado mucho poder recuperar los paseos, aunque sean con mascarilla, y los encuentros, aunque sean sin abrazos y sin besos.

Lo llaman «nueva normalidad», y el término suena un poco sobrecogedor. Viene a avisarnos de que, por mucho que lo parezca, la normalidad ya no será lo mismo. La cadena de las fases, por mucho que avance, nunca concluirá. Qué le vamos a hacer, siempre fue así: la vida es cambio, la normalidad nunca fue normal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario