martes, 5 de julio de 2022

Liberarnos del tiempo libre

Ansiamos la llegada del tiempo libre para «desconectar».
Sin embargo, el tiempo libre tiene sus propios requerimientos. Sobre todo, los de la libertad misma.


El día a día viene programado de antemano —desconectar, programación: cosas de máquinas—: el horario de trabajo, las tareas de la casa, compras, rituales familiares… Mucha tarea, pero poco que decidir. Basta con cumplir los deberes: ellos, como una autoridad severa, nos constriñen, pero también nos contienen. 

El tiempo libre hace saltar los remaches de esas guías cotidianas. De pronto, el mundo se hace más grande, las posibilidades numerosas. El tiempo libre nos deja solos ante su libertad. Los deseos contradictorios rompen en los acantilados de esa oportunidad efímera, donde no habrá lugar para todos. Lo escaso conlleva el imperativo de la urgencia: hay que elegir. ¿Descansar o viajar? ¿Moverse o recogerse? ¿Gente o intimidad? 

Pensar poco y hacer lo primero que se nos ocurra, o plegarse a la mecánica del hábito, o dejar que otros decidan, pueden servir para esquivar esos dilemas. Incluso planificar con antelación, para tenerlo todo ya organizado. Tal vez necesitemos menos opciones y más resolución. Quitarle gravedad al tiempo libre, invocar la imaginación y disfrutar de cualquier cosa.

2 comentarios:

  1. el problema del tiempo libre, que tenemos después de trbajar (de no tener tiempo libre) es que no nos podemos permitir aburrir ¡perder el tiempo! Pues al tener poco a lo largo del año nos da la sensación de que hay que hacer algo que "nos guste" ¡Que hay que aprovecharlo! Como bien expones con tales discotomías.

    Pero en realidad, sólo cuando podemos aburrirnos y no nos molesta perder el tiempo someramente, surge de nosotros una sensación nueva que, de alguna manera, incluso nos liberamos de nuestro "tiempo libre". Quizás nos volvemos señoritos... no sé si me explico.

    Saber aburrirse es un arte. Obviamente, se reuqieren de condiciones raras y especiales no al alcance de todo el mundo.

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  2. ¡Eso es! Sufrimos el tiempo libre porque no sabemos aburrirnos. Magistral la idea de "liberarse del tiempo libre". Con tu permiso, me la agencio para el título. Si algún día lo publico, prometo ponerte entre los agradecimientos. ¡Un saludo!

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