sábado, 19 de octubre de 2024

Subjuntivo

El misterioso subjuntivo nos permite tantear opciones,
explorar adónde nos podría llevar un cambio, a qué gratas novedades o a qué trances potenciales.  

El subjuntivo es el modo de la imaginación, de la creatividad, del deseo, de la hipótesis: una exploración interesante y audaz, pero al cabo tan irreal como los sueños. 

Especialmente apasionante, y resbaladizo, es el «Si yo fuera…», tan inspirador como frustrante. «Si yo fuera…»: ¿Qué mundo habitaría un yo diferente? ¿Cómo lo vería? ¿Cómo evolucionaría a partir de ahí? Igual que se especula con el efecto mariposa, cada leve cambio provoca un sinnúmero de minúsculas carambolas que van redirigiendo el destino hasta hacerlo precipitarse por agujeros imprevisibles. 

«Si yo fuera…» De acuerdo, pero no lo soy, y quizá nunca lo sea. Puedo fantasear sobre lo bien que me iría si fuese más decidido, más ocurrente, más atractivo o cualquier otra cualidad de esas que siempre convoqué en vano. Pero cada alternativa conlleva nuevos desafíos: ¿quién me asegura que no me abrumarían otras nostalgias? El futuro es un país obstinadamente extraño, y todos nuestros intentos de domesticarlo solo acaban por hacerlo aún más incierto. No se puede construir la vida en subjuntivo: uno solo es dueño de lo que tiene, y la realidad se conjuga en indicativo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario