sábado, 12 de abril de 2025

Los unos por los otros

En la vida social, cada cual juega su papel. Ciertos roles parecen más centrales, pero no siempre se discierne su valor a primera vista.

A veces, lo que parece anecdótico hace una aportación imprescindible, como sucedía con los tontos del pueblo, que servían al colectivo como emisarios, voceros, ayudantes de excepción o incluso espejo colectivo. En otras ocasiones, los personajes supuestamente sustanciales juegan un papel puramente representativo o de apoyo, y las dinámicas que realmente importan tienen lugar al margen de ellos: esto sucede, por ejemplo, con los líderes de compromiso. 

Lo interesante es que, en la vida común, todo el mundo aporta alguna cosa. En la película Despertares, el médico protagonista encuentra un remedio transitorio a la disfunción de los enfermos, pero son estos los que le ayudan a enfrentarse a sus propias dificultades para la relación social. Un buen maestro sabe guiar a los alumnos en función de sus necesidades madurativas, pero también sabe aprender de ellos esa lección permanente de curiosidad, franqueza, espontaneidad y sentido común que no dejan de darnos los sabios principiantes. Un buen líder se encarga de organizar, pero permanece abierto a las propuestas y a las críticas, y sobre todo a admitir sus limitaciones. La interacción social es un permanente aprendizaje sobre uno mismo.

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