Le debía al viejo maestro un sitio junto a la fogata. Así podremos calentarnos juntos en el silencio de la noche y abstraernos con la danza de las llamas, mascando sueños melancólicos, repasando preguntas obstinadas y echándole algún leño a la alegría.
Me crucé con Hesse cuando más lo ansiaba, quizá cuando menos me convenía. Yo era un adolescente atormentado y solitario, como él lo fue toda la vida: simpatizamos de inmediato. La primera obra suya que cayó en mis manos, Peter Camenzind, parecía escrita para mí: me tendía con su protagonista en los prados de los Alpes, hipnotizado por las formas de las nubes. Gracias a Hesse me atreví a amar la soledad aunque no la hubiera elegido, y a respetar a la vida ya que no podía amarla. Hesse jamás me curó, pero me hizo sentirme aliviado en la rareza: en las violentas angustias, en las hambres de sentido, en los confusos laberintos del Yo.
Me acompañó por muchos años, porque mi adolescencia también fue larga. Aún frecuento con inquietud El lobo estepario, que no acabé de comprender; y con deleite Siddharta, que sigue iluminándome. Pero sobre todo esas estampas humildes de El caminante, frescas y esperanzadoras como una brisa de mayo. No hace falta sufrir tanto, maestro. Lo repite el silencio.
No lo he leído nunca... si me cae por azar entre manos, le echaré el ojo a ver qué.
ResponderEliminarLos terapeutas lo rechazan abiertamente: místico, egocéntrico, obsesivo. Plantea mil preguntas atormentadas a las que apenas da respuesta, o se pierde (a menudo) en complejos simbolismos medio surrealistas. Pero no teme a lo incómodo; es un obstinado explorador de puertas en los callejones sin salida, un existencialista amigo de los solitarios y los inquietos. Me temo que lo encontrarás pasado de moda, pero si te gusta la narrativa creo que no te aburrirán, por ejemplo, "Bajo las ruedas" o "Narciso y Goldmundo". Y si disfrutas de los paseos por la naturaleza, los apuntes de "El caminante" son una grata compañía.
EliminarMe gustan los escritores intuitivos y que tiran de metáforas, pero me aburre un poco el simbolismo. Pero seguramente me lea algo y ya veré
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